te ves ahí
en la hora de la siesta
que era toda la infancia
y te detienes
A veces
sólo te queda el desamparo
A veces
sólo queda el deseo de un abrazo
Recelas de la sombra en el balcón
mientras tallas acertijos
De eso se trata, de una aproximación a esos signos que, con nuestro consentimiento o a nuestro pesar, nos enlazan, nos vinculan, nos enfrentan...